viernes, 8 de enero de 2010

Amnesia.

Es curioso, que después de esta gran temporada aislado de casi todo, tenga las cosas más claras que nunca, y a la vez, lo vea todo de otro punto. Que me ralle por no ver A Von D a las 21:20, y que haya pocas cosas que me hagan sentirme mejor. Quizás me esté replanteando muchas cosas, quizás demasiadas, creo yo. Que desde el día 21 de diciembre no toque mi libro, y que ni siquiera él consiga evadirme de la realidad. Que "Ella" ya no me importe. Y que desde que las cosas se han relajado, hasta hecho de menos ese nudo en el estómago. Vacío. Así me siento. Y aunque hay gente que me hace sentirme bien (y mejor de lo que yo creía que me podían hacer sentir) no consiguen llenar ese vacío. Quizás sea que sigo esperando ese milagro, esa señal en el cielo para poder ser feliz y lanzarme de cabeza a la piscina. Y ahora, después de sentir lo vacíos que son lo días, sé que esa señal nunca llegará, que si sigo esperando sentado, aquí voy a morirme.

Algún día podré dar ese paso. Y el día que decida marcharme lejos, nada ni nadie podrán pararme. Quizás la última oportunidad sea ahora...

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