miércoles, 30 de marzo de 2011

Heartless World

Stop, Think, and, at last, live.

Hoy me he parado a pensar, y recordar, cómo era hace tiempo. Desde mis, échale 14 a ahora. Todo buscando música por Youtube, he encontrado cosas de mis 14-15. Y me he parado a pensar en todas las cosas que me han pasado, buenas, malas, y regulares.

Hacía mucho, muchísimo, que no hacía eso, años incluso, y antes era una práctica habitual. He pensado en mi infancia, en mis sueños de niño. Cuando crecí, cómo me sentía, cómo veía la vida, y mi futuro. Por supuesto me he llevado una gran decepción, puesto que uno de mis mayores sueños, al empezar a cumplirlo, me he dado cuenta de que no es lo que yo esperaba. NO tengo paciencia para perder 6h de mi vida cada día aprendiendo NADA. Pero bueno, eso es lo de menos.

Es cierto que tengo a una personajilla que me quiere como una loca [a veces es una pesada, sí xDDDDDD (es broma tonta :3)] y eso me hace sentirme feliz, muy pero que muy feliz. De hecho nunca pensé en encontrar a alguien con tanta paciencia, porque a veces soy cansino, pero cansino cansino.

Pero hoy, a diferencia del resto de las entradas de este blog, no voy a hablar de eso. Vengo a hablar de mí. A intentar inutilmente contar cómo me siento, y cómo he cambiado en 5 años...

Pueden parecer que no son nada... ¿5 años? Eso pasa volando. Y para mi desgracia, sí.
Podréis pensar que estoy loco, que sigo siendo un crío en la mayoría de las cosas, pero me siento viejo... Ya no tengo ni la fuerza ni la vitalidad que tenía antes, cuando me podía pasar semanas sin descansar un segundo, viviendo 24/7.

De veras añoro esos tiempos, volver a reiniciar "la vida" después de la infancia.
Aunque también tuvieran cosas malas, pero eso es otro tema.
Siento de veras que el tiempo se me acaba... Que ese reloj que parecía ir lento, acelera a una velocidad bestial, y que lo que antes me parecía una eternidad, ahora es un simple segundo. Siento que los días pasan demasiado rápido, y sin aprovecharlos en nada. Antes, en un día podías aburrirte de hacer cosas, y ahora ni siquiera me da tiempo a pasar hoja en el calendario.
A veces me siento como si yo estuviera en un escenario, sin nada que decir, y con todo el mundo mirándome. Esa angustia, que a veces me supera. Porque con los años, me estoy dando cuenta de que cada vez soy más neutro, menos virtudes y más defectos. Ahora simplemente soy "uno más", o quizás sea el puto invierno, que me quita las ganas de todo. No me considero especial, si es que alguna vez lo he sido. Soy una persona perfectamente normal, sin nada que ofrecer, salvo detalles que demasiada poca gente apreciaría.

Y ahora mismo me estoy imaginando lo que me dirían varias personas si leyeran eso. No se, pero creo que conozco demasiado bien a la gente, pero casi nadie en este planeta sabría decirme cuales son, simplemente, mis aficiones.

No entiendo a las personas que se conocen solo "una porción" como me pasa con casi todas (salvo mi queridisima Sandra), y se tratan como amigos del alma. No entiendo cómo, si alguien te cae bien, o es simpático, hay gente que no se interese, y prefiera simplemente callar la boca que preguntarte si algo te gusta, aunque esa respuesta pudiera marcar el inicio de una mejor relación. No entiendo al mundo, y esto se agrava con los años.

No entiendo por qué leyes estúpidas me atan, porqué todo se basa en el dinero, y no en sentimientos, ideas, o humanismo. Que eso es precisamente lo que le falta a este mundo. Que me digan cómo tengo que moverme, a qué velocidad, de que manera. Lo siento, pero esque no soy compatible con el orden.

Lo que le hace falta a este mundo, es menos cabeza, y más corazón.