Siempre que leo lo que escribo pienso: "joder, que razón tiene quien escribió eso" y luego me doy cuenta de que he sido yo. Y siempre ha sido así. Siempre he dicho o escrito frases que no sabía muy bien lo que significaban, y que luego, pasado el tiempo las veo y me doy cuenta de la razón que tenía al decir eso. Porque predije mi bronquitis... "Siento que mis pulmones aspiran demasiado aire, necesito respirar bien fuerte para aprovechar cada instante." "Ojos vidriosos, que hoy no quieren verme" Y así mil veces más. Porque a veces actúo inconscientemente, y sólo luego, transcurrido el tiempo, me doy cuenta de lo que he hecho. Pero a veces pienso que cada momento es oro, y que quizás esa oportunidad sea la última. Y casi siempre me doy cuenta de que es la última cuando ya ha pasado. "Chico, tienes que decidirte más rápido" Me ha pasado con La chica del tren, me ha pasado con muchas oportunidades perdidas, y algunas personas a las que deseé en secreto, y por temor a que mi frágil realidad se rompiera, nunca dije nada. Pero mi corazón, harto de ser el que se entrega siempre, parece que ha puesto una tregua. Y ahora, que nadie me llena esa parte de mí, es lo único que ansío. Poder abrazar a alguien como sólo se puede abrazar a una persona que quieres. Y ser correspondido. ¿Pido demasiado? Daría mi corazón otras mil veces, sabiendo que después de todo lo que me ha pasado, nunca nada será suficiente. Porque a veces las cosas empiezan bien, aunque luego se tuerzan. Y tardarán más o menos, pero siempre se torcerán. Y el frío de mi espalda mientras escribo estas palabras me hace darme cuenta de que siempre he sido demasiado pasional, y siempre he esperado recibir lo mismo que yo doy, aunque, a veces, sólo pueda crear felicidad por espacio de cinco minutos. Pero es todo lo que puedo dar, y me desvivo por hacer feliz a las personas que quiero, y que me demuestran que me quieren. Pero de esas quedan pocas, y cada vez menos. La gente que nunca me ha fallado se puede contar con los dedos de una mano, y me sobran dos. Y yo he fallado tantas veces por culpa de mis intereses...
Lo siento, si alguna vez he dejado de hacer lo que quería porque creía que no era lo mejor. Y en cierto modo me gustaría cambiar en muchos aspectos, pero quizás eso me convierta en la persona que nunca he deseado ser.
Porque mañana será un GRAN DÍA.
sábado, 16 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario