Hay veces que parece que todo es perfecto. Y este momento es uno de ellos. Sobran todas las palabras, porque creo que con una simple mirada las grandes verdades ocultas se aclaran. Parece que todo es tan simple... Es un estado al que es imposible llegar si lo intentas. Simplemente a veces las cosas se juntan y te hacen sentirte así. Un estado totalmente placentero, incluso inconsciente. Ahora mismo creo que cualquier cosa que se me pase por mi mente es totalmente real. Pensar que estás aquí, abrazándome. Pensar que con un simple gesto todo está hecho. Y que no hay palabras para describir lo que siento, ni lo que este momento ficticio es capaz de hacerme disfrutar. Disfruto porque en cierto modo vuelvo a sentirme como un niño sin preocupaciones, sin problemas y con muchísimos días que vivir. Pero todo se acaba. Y la canción está terminando. Sí, ella es la responsable de que yo me encuentre así. La música, cosa tan simple y a la vez tán sofisticada. Pero no una música cualquiera. No vale casi ninguna música. Tiene que ser tu canción. Esa que cuando la escuchas la relacionas directamente con tu parte más íntima. Y obviamente no puede tener letra. Una canción con letra siempre se atará a las palabras. Esas que limitan tus intenciones y apagan la imaginación. Tirirín tirirín. Eso es la única manera de interpretarla. Son tantas cosas que se me vienen a la cabeza escuchándola que no puedo casi evitar el llorar. Llorar porque siento algo, algo inexplicable, pero que me trae recuerdos de miles de días y miles de momentos atrapados en mis pupilas. Algo que me llena de felicidad por poder decir: Sé vivir.
Y se vivir simplemente por el hecho de aprovechar cada momento. Porque será irrepetible. Nunca más podrás pronunciar un "Te Quiero" igual al primero. O dar un beso con las mismas ganas que el primero. Pero hay una cosa clara. Siempre podrás recordarlo. Y recordar lo que fuiste. Y estar orgulloso de haber sido, de haber hecho. No hablo de títulos, hablo de ser libre. Porque la libertar no es poder hacer lo que quieres. Es aprender a hacer lo que quieres, y ser como quieres. Pensar que todo esto me lo dicta un simple piano. Y que en realidad detrás de ese piano está mi corazón, que escribe rápido sobre teclas negras y blancas el compás de mi vida, ese fragmento de tiempo que se nos ha dado. A mí, a tí y a todos los que estamos vivos. Y todo esto por una canción. Una canción que con tan poco puede hacer sentir tanto. Que te hace esbozar una sonrisa tremenda, porque en el fondo lo mejor que puedes hacer SIEMPRE será sonreir.
Como leí una vez: "Un día sin risa es un día perdido"
Y al final reiré, reiré escuchando comentarios con odio y envidia, reiré viendo como la gente se ahoga en sus barreras ficticias.Reiré porque ante todo, sé que la felicidad todo lo cura.
Buenos días, señores.
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