Es probable que nunca, nunca antes en mis 21 años me haya sentido tan solo como me siento. He pasado tanto tiempo intentando que los demás sonrían, que ya me he olvidado cómo hacerlo yo. Y siempre que lo intento, algo no está bien, algo falla, y mi intento de sonrisa se desvanece. A veces me gustaría que la primera entrada se hubiera cumplido, y de verdad poder adelantar mi reloj unos meses, para poder apreciar el momento al máximo, y que luego no tenga oportunidad de arrepentirme de nada.
La vida cambia, la gente cambia, el tiempo pasa. A veces me siento como una piedra, abandonado en el camino mientras las demás personas llegan y se van, mientras todos encuentran la manera de ser feliz, y yo sigo aquí. Y cada vez que te intentaba hacer sonreir, algo fallaba, y las sonrisas rápidamente se olvidaban.
Hoy entiendo que todo es temporal, salvo yo, que simplemente soy una piedra, incapaz de mostrar mis sentimientos a tiempo, y incapaz de usar mi fuerza de voluntad cuando se necesitaba.
Y a veces me duele, me duele estar rodeado de gente que cambia, que no valora nada, que esperan un milagro, cuando detrás de todo hecho, hay un motivo. Yo puedo sonreir, puedo ser feliz, pero necesito algo, un motivo.
Y no hace falta que lo digas, sé que, para tí, yo ya soy pasado. Intentarás buscar tu felicidad, dejándome solo en ese camino. Pero tranquila, no pasa nada. Es lo que todo el mundo ha hecho...
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