Ojalá esto fuera otra mentira, el tiempo es mi ironía,
y me paso la vida intentando parar esas manecillas,
caya y mira, ¿sientes mi corazón palpitar?
es el roze de tus labios que me ata a la vida.
Cuando las persianas se bajan pateamos las aceras,
la ciudad es nuestra, cariño, deberías estar contenta.
Tus ojos brillaban más que las estrellas,
y yo recordando tus miradas que me hacen pasar noches en vela.
Que sea mi compañera en este largo camino, pido,
cada paso que doy me mantiene vivo,
cada día que pasa estoy más lejos del comienzo,
cada día que pasa soy un poco más viejo y no me gusta.
En los buenos momentos parece que el tiempo pasa,
y en los malos parece que se cansa, ¿no te asusta?
Yo deje el miedo en la caja fuerte de mi pecho,
y ahora llegas tú y rompes los planes que había hecho.
Tú y yo, solos, siempre nadando a contracorriente,
tantos momentos únicos y un beso que los selle.
Haz caso y dejate llevar por lo que sientes,
nena, será nuestro secreto esta noche.
Yo, vuelvo otra vez a las andadas,
a escribir a deshoras mientras despunta el alba.
Lo siento, tengo tu sonrisa grabada en mi retina,
y el olor de tu cuerpo es lo que me incita,
A escribir vuelos para dos bajo las sábanas,
imaginando besos como reyes de películas.
Tus manos rozaban al aire livianas, mientras
que tus labios rojos me roban la vida.
Señorita, tenemos un trato pendiente,
volar hasta las estrellas alejados de la gente.
No me tienes, esta véz no seré prudente,
olvídate de todo, será nuestro secreto esta noche.
sábado, 10 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario